En este post os enseñamos paso a paso una intervención en una piscina realizada este verano. Originariamente la piscina tenía un reborde en piedra bien simple, la clienta quería tener un espacio para poder colocar las tumbonas y no tener que pisar el jardín. Otra premisa era que debía estar cerrada con algún tipo de barandilla, para que los niños no pasaran.
Finalmente, se eligió instalar un solado de madera sintética y una barandilla de cristal. Para ello tuvimos que hacer un forjado de hormigón, en el cual se apoyaron los rastreles y la madera. Para colocar la barandilla de cristal, se instaló un perfil suficientemente resistente para que los vidrios estuvieran bien sujetos.
Resultado final, una preciosidad, la barandilla pasa casi desapercibida, por lo que hay una sensación de amplitud en el jardín y, la zona de solarium, ha quedado lo suficientemente amplia para colocar las tumbonas como quería la clienta. Espero que os haya gustado, nosotros quedamos encantados con el resultado final y la clienta más, que realmente es lo importante.